Señor dame agua de esa

Evangelio según Juan 4, 5-42 |  Llegó así a un pueblo de Samaría que se llamaba Sicar, cerca del terreno que dio Jacob a su hijo José; estaba allí el manantial de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se quedó, sin más, sentado en el manantial. Era alrededor de la hora sexta.

Llegó una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dijo:
-Dame de beber. (Sus discípulos se habían marchado al pueblo a comprar provisiones.)
Le dice entonces la mujer samaritana:
-¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
Jesús le contestó:
-Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú a él y te daría agua viva.

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