El barrio se llama de la Bonanova, que supongo significa algo así como barrio del Evangelio.
Según la información de 13 TV, se trata de un “barrio alto”, de una de las “zonas más ricas”, “con más poder adquisitivo” y “más tranquilas” de Barcelona; y se subraya el derecho que los habitantes del barrio tienen, como todos por otra parte, “a una tranquilidad, a una seguridad” …
Resulta que, desde hace años, en la Bonanova se ha instalado un grupo de personas que la información, al ocuparse de ellas, describe con el nombre de okupas.
No se nos dice quiénes son esas personas ni de dónde son; no se dice si se trata de familias, si entre ellos hay niños, si hay mujeres… En realidad, no son personas: son okupas. Son algo así como una manada de animales peligrosos, feroces, violentos… El informador lo deja caer en medio de su dramática declaración: “Llevan quince años sembrando el terror en este barrio”.
Esa información la he visto un día y otro día, un informativo tras otro informativo, un informador después de otro informador… En el imaginario colectivo de los que ven 13 TV ha de quedar la idea de que en el barrio de la Bonanova se ha instalado un grupo de personas violentas, antisociales, anti sistema… y de paso, interiorizamos que la violencia y el terror no son cosa “de aquellos okupas”, sino “de los okupas”.
Es evidente que en 13 TV se han olvidado de la Bonanova. También es evidente que tienen todo el derecho del mundo a hacerlo. Es evidente que los periodistas tienen todo el derecho del mundo a ciscarse en el evangelio. Así que vamos a dejarnos de tonterías, como sería preguntar dónde estaría Jesús de Nazaret, por quién se preocuparía el Nazareno, a quién intentaría dar una mano aquel loco, y aplaudamos cuando a esos animales peligrosos, que son los okupas, los aparten de las personas de bien.
Claro que me pregunto dónde están los obispos que pagan la información, por quién se preocupan, a quién quieren dar una mano.
Son sólo preguntas.
Y eso me lleva a otro asunto: Bruselas advierte a España por su acuerdo fronterizo con Marruecos. Un informe del Consejo de Europa concluye que “no hay acceso genuino y efectivo” al asilo. La comisaria europea de Derechos Humanos recuerda la matanza de junio de 2022. De esta noticia no sé si se puede decir que en 13 TV no se halla ni rastro; pero estoy seguro de poder decir que, si rastro hay, nada tiene que ver con el despliegue de medios para informar sobre “los okupas” del Evangelio. Me pregunto por qué la defensa de los derechos de los emigrantes pobres del África subsahariana no interesa a los medios de comunicación de la Iglesia. Me pregunto si ésa es una opción de los periodistas que trabajan en la cadena televisiva o es una opción de Iglesia española que la paga. Me pregunto otra vez dónde estaría Jesús de Nazaret.
Pero continúan siendo sólo preguntas.
SANTIAGO AGRELO