Pedro Miguel Lamet (sacerdote jesuita)

Ahora, que, no se sabe cómo, tus enemigos hipócritas y fariseos del momento, parecen brotar de entre las piedras; y, algunos, desde tu Iglesia, quieren mancillar tu pontificado desde sus trincheras ultracatólicas.

Ahora que unos cuantos ponen la letra por encima del espíritu y, sin mirar la viga en el ojo propio, pretenden aniquilar a los frágiles, distintos o pecadores, en vez de mirarlos con misericordia.

Ahora que algunos que se llaman cristianos rechazan al Jesús que comía con publicanos y prostitutas y solo piensan en juzgar y destruir. Ahora que, para proteger a los poderosos, el imperio del mercado y la sociedad del bienestar, rechazan a los que, más allá de las ideologías y partidos, luchan por solidaridad y la justicia.

Ahora que abundan los que consienten e incluso alaban la situación de un mundo partido en dos, entre los que pueden comer o nadar en la abundancia y los que pasan hambre, los que venden armas y los que son aniquilados, los ricos y los pobres, los creyentes e increyentes o ateos, déjame decirte, papa Francisco por qué te queremos.

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