Domingo 13 de agosto 2023
Evangelio según MATEO 14, 22-33
Enseguida obligó a los discípulos a que se embarcaran y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a las multitudes. Después de despedirlas subió al monte para orar a solas. Caída la tarde, seguía allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, maltratada por las olas, porque llevaba viento contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndolo andar sobre el mar se asustaron diciendo que era un fantasma, y daban gritos de miedo. Jesús les habló enseguida:
—¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó:
—Señor, si eres tú, mándame llegar hasta ti andando sobre el agua.
Él le dijo:
—Ven.
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua para llegar hasta Jesús; pero al sentir la fuerza del viento le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
—¡Sálvame, Señor!
Jesús extendió en seguida la mano, lo agarró y le dijo:
—¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
En cuanto subieron a la barca cesó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo:
—Realmente eres Hijo de Dios.