Os deseo a todos unas felices navidades y ojalá que este año 2025 venga mejor, especialmente para quienes les ha ido tan mal, que son tantos en este mundo dentro de los países en guerra:
–Ucrania y Rusia (según el presidente ucraniano han muerto 43.000 soldados y 370.000 han resultado heridos); de Rusia, según la BBC, 50.000 soldados, aunque las cifras oscilan dependiendo de las fuentes de información, a lo que hay que sumar infinidad de heridos más los traumatizados sicológicamente…).
— Gaza y Cisjordania (con el genocidio de al menos 44.500 palestinos por parte del nuevo Herodes, Netanyahu y su gobierno, gracias a la connivencia del gobierno de Biden y la pasividad de Europa).
– Líbano (más de 4.000 muertos)
– Siria (entre la guerra anterior y hoy unos seis millones de desplazados)
-Sin olvidar otros conflictos como el del Yemen…
Terribles cifras que hablan de la inhumanidad de quienes dirigen los destinos de nuestro mundo.
Tampoco podemos olvidar que en este mundo “civilizado”, el número de personas que sufren hambre es de 733 millones, lo que representa el 9,1 % de la población mundial, según el informe El Estado de la Seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo publicado por Naciones Unidas. ¡Qué vergüenza… en el siglo XXI!
Si lo que se invierte en armamento se invirtiese en educación, sanidad y cuidados, otro gallo le cantaría a este mundo que se está volviendo en poco tiempo aún más oscuro y turbio que hace unos años.
Menos mal que hay una multitud de gente incalculable que anhela otro mundo, diferente de este, donde la vida y la dignidad de las personas sean prioritarias. La pena es que la voz de esta multitud no se deja apenas oír en los medios de comunicación.
Ah, y mi deseo para España en este nuevo año es que los políticos no fomenten esta polarización que tanto daño hace a la ciudadanía, creando en ella una situación de desapego a las instituciones, desapego tremendamente dañino para la democracia.