Una delegación murciana, encabezada por el cura murciano, visita Melilla para conocer la realidad de los migrantes y las personas refugiadas
Cinco murcianos de la Asociación ‘Amigos de Ritsona’, con el cura Joaquín en el centro de la imagen

Cinco murcianos de la Asociación ‘Amigos de Ritsona’, con el cura Joaquín en el centro de la imagen / Piedad Guillén / L.O.

Diario «La Opinión» de Murcia

«El mayor centro de menores está en el fondo del mar Mediterráneo». Con esta frase, Joaquín Sánchez, misionero y responsable de la delegación murciana de la Asociación Amigos de Ritsona, da inicio a la entrevista marcando desde el primer momento el tono de compromiso y denuncia que impregna toda su labor. Alude, con dolor y claridad, a los miles de migrantes —muchos de ellos menores— que han perdido la vida en el Mediterráneo en su intento de alcanzar un futuro más digno. Sánchez acaba de regresar de una visita a Melilla y eso se nota.

Una delegación, con él a la cabeza, de cinco murcianos (entre los que también se incluye la actual secretaria general de Comisiones Obreras en la Región, Teresa Fuentes) ha viajado recientemente a la ciudad autónoma. Aunque no tienen proyectos sobre el terreno atravesaron Algeciras con la esperanza de poder seguir contribuyendo a mejorar la vida de migrantes y personas refugiadas.

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